Todo empezó un día de pleno sol a eso de las seis y media de la tarde. El verano solo estaba comenzando...
Sucedió en un humilde barrio de plazas corrientes rodeadas de bancos y árboles que dejan caer el azahar en primavera y las naranjas en verano,con las que los peques juegan.
Chicos y chicas de entre 13 y 15 años sentados en uno de los bancos,mientras que los dos estaban en puntos opuestos del banco. Él,con la mirada perdida hacia otro lugar y ella,reía con sus amigas,mientras sonaba su canción favorita.
Todo surgió de la nada,ni ellos supieron nunca como pasaron de no ser nada a ser todo. El banco repleto de parejas en la flor de la vida,en la plenitud de su juventud,que no hacían mas que incitarles a que diesen el paso. Querían una nueva pareja.Así,surgieron las primeras miradas,cruzaron las primeras palabras...y sin ni siquiera saber sus iniciales,ella se sentó sobre sus piernas,en el banco que siempre recordarían. Y ahí,surgió,ese beso que marcó el comienzo de algo muy intenso. Ella apoyó su cara su cara sobre la cabeza del chico y ahí pensó,que lo había encontrado,su búsqueda había terminado. Pensó que había encontrado al definitivo,el que le haría sonreír todos los días de su vida,aunque aún no estaba nada decidido. Pasearon un buen rato por un parque. Los árboles daban sus frutos,las flores florecían y el sol relucía.Una tarde con todos los ingredientes para terminar con un "te quiero". Sus miradas eran las que iban endulzando cada momento y sus besos constantes les recordaba aquel momento en que le besó por primera vez y les hacía darse cuenta,de que si la otra persona se alejaba un segundo,sus labios ya le estaban reclamando.
Apoyados en un árbol,víctimas de las hormonas,del amor...o como se quiera llamar. Ya ellos,eran felices.
Entonces él,dio el paso. Una nueva pareja. Mientras paseaban juntos agarrados de la mano,no hacían más que pedir que ese momento no terminase nunca... y lo que se convirtió en un día,pasó a ser un sueño que al principio parecía interminable,pero que les enseñó,más a ella que a él,que todo tiene un final y no siempre todos los cuentos acaban en un "vivieron felices y comieron perdices".
Vivieron dos meses increíbles,llenos de felicidad....hasta que la peor compañera del amor,apareció en sus vidas. LA DISTANCIA.
Él comenzó a olvidarla,la sustituyó,la dejó a un lado.Ella lloraba día tras día porque no lo veía,crédula de sus palabras de amor,sin saber lo que ocurría a su alrededor.
Entonces,se enteró. No supo por donde tirar,quiso acabar con su vida. Pensaba en sus ojos,su boca,sus caricias y todas las risas compartidas...y no podía imaginarse una vida sin ellas. Prometió que si algún día él se alejaba de ella,ella acabaría con todo.
Suerte que ... aquellos amigos que estaban sentados en ese banco,donde empezó todo,le acompañaron. Le quitaron esas ideas absurdas de la cabeza y le hicieron comprender que la palabra más importante no es amor,es AMISTAD.
Desde ese momento supo que jamás volvería a equivocarse. Todo terminó como empezó,con risas,con miradas,con frases cortas....pero,ya no con la misma persona.
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